EDIFICIO DE 84 VIVIENDAS
El edificio se configura, en planta, una U de B + 5 + ático. Se adosa en dos medianeras a otro edificio conformando un bloque en manzana cerrada que junto a cuatro bloques aislados completa la manzana delimitada por las calles “Asombro de Damasco”, “La Pícara Molinera”, ”Lucero del Alba” y “Canción del Olvido”.
El edificio se sitúa en el ámbito llamado “Parque de Ingenieros” que es una ampliación del barrio Parque Ciudad de los Ángeles en el sur de Madrid.
Hemos pretendido ajustarnos a las edificaciones existentes y en especial a la colindante edificada con ladrillo blanco. La elección del ladrillo de en dos coloraciones blanco y negro sumada a la utilización de unas cajas de aluminio reforzado (alocubond), nos permite diseñar las fachadas con unas profundidades que equilibran la tensión superficial de los paños ajustados a las ordenanzas que solo permiten vuelos (que no sean balconadas o miradores, ajenos a las tipologías del entorno) de 30 cms. El ladrillo negro que ata los huecos de las fachadas penetra, dentro de las cajas de aluminio, hacia el interior de las viviendas excavando en las fachadas unas terrazas muy acogedoras y utilizables.
El ladrillo blanco es el fondo sobre el que se dibuja el negro y baja hasta la acera conformando un zócalo que salva los desniveles de las calles y determina una abertura en la planta baja. Esta abertura juega con la verja de cerramiento que sube, convirtiéndose en dintel, en los accesos al edificio: vehículos, bomberos y viandantes.
El ladrillo utilizado en nuestro edificio proporciona una percepción elegante de las fachadas y permite suponer un espléndido envejecimiento del edificio no solo en términos materiales sino en concepción plástica: La humildad y sutileza de las soluciones de encaje en las fachadas delos tendederos (mediante soluciones constructivas de utilización del ladrillo sencillas pero originales) o los salones en esquina, no por modestas dejan de ser un tratamiento sutil de un edificio en la periferia madrileña.
El tratamiento constructivo del ladrillo apoyado en cartelas metálicas a su paso por forjados y reforzado con mallas de acero en determinadas hiladas así como la separación de diez centímetros desde la cara del pilar, nos permite la eliminación completa de puentes térmicos, y muy buenos resultados de protección sónica.
En el espacio interior de patio de manzana, los ladrillos blanco y negro juegan con una cerámica vidriada de color verde botella y con un pavimento de adoquín de hormigón que remonta en los zócalos y que unifica una percepción creemos que tranquila y elegante del conjunto.